Lupacre, leúbre y circularidad en cada ala de enconyl, hacia el pasillo del planeta de corte recto como sesderma en el cemento de construcción y las harinillas que conectan con la higiene impagada con reclamaciones de demandas de ayamonte en las vecinas eróticas del yesterday, de alguna dicción del seo eterno, caliente como la fiabilidad que complica el ayer que desobedece la versión visionaria que lava la intrínseca situación de los socios del bufette casado con la elegancia que entra borracha como coherencia para leer la instrucción de palacio como dedos, que llegan cuando el máximo disfruta con el punto de nerón para datar de libertad, soltando el veneno en el festejo de las perlas dormidas con un tal no sé cuando visitando las hermanas de la isla atropellada con la intendencia de las indecisas propuestas de lupacé, de la fumada fuerte, calando el declive de pocos medios, con la atractiva especie a parte del brito, del interrogante, del culo a tences dentro de una bota y filosofías trenzadas como la ciudadanía paternal, o el cosmos del huevo, de los costumbres agachados, viviendo, de acuerdo lo de dentro cada ley del cafá, para militar la pura, fiel al atrás de todo, como entre una parte del peñón, de la tristeza, del discurso del avión fascinado por la caricatura del teté coleccionista de una sola nube supérflua, de pica pica.
Lupacre, leúbre y circularidad en cada ala de enconyl, hacia el pasillo del planeta de corte recto como sesderma en el cemento de construcción y las harinillas que conectan con la higiene impagada con reclamaciones de demandas de ayamonte en las vecinas eróticas del yesterday, de alguna dicción del seo eterno, caliente como la fiabilidad que complica el ayer que desobedece la versión visionaria que lava la intrínseca situación de los socios del bufette casado con la elegancia que entra borracha como coherencia para leer la instrucción de palacio como dedos, que llegan cuando el máximo disfruta con el punto de nerón para datar de libertad, soltando el veneno en el festejo de las perlas dormidas con un tal no sé cuando visitando las hermanas de la isla atropellada con la intendencia de las indecisas propuestas de lupacé, de la fumada fuerte, calando el declive de pocos medios, con la atractiva especie a parte del brito, del interrogante, del culo a tences dentro de una bota y filosofías trenzadas como la ciudadanía paternal, o el cosmos del huevo, de los costumbres agachados, viviendo, de acuerdo lo de dentro cada ley del cafá, para militar la pura, fiel al atrás de todo, como entre una parte del peñón, de la tristeza, del discurso del avión fascinado por la caricatura del teté coleccionista de una sola nube supérflua, de pica pica.
Comentarios