180 degreés

180 aparecen desconectados de algo indeciso, poco, cuanto se preguntarán algunos, dime cuando Rudolf, se precisa fecha, hora exacta sin titubeos ni malas caras; no hace falta percatar ni preguntar al destino porque se sabe de un principio la respuesta que dará de sinagogas birmax en pantalla más carreras de cuádrigas, lealdad, ocho capitanes de dos batallones, pájaros, huevos sobre la mortaja necia, deviches, maestros, 180 degreés arrancados de paidos, eco del grito, vecinidad de segundas tal tal tal....enjaulados comprando y gastando salvia protectora y algunos euríboros de todos los botes y prendas en remates y tales y cuales edades medias o tintas de secano extremo entre vidas y no vidas de mujeres retiradas y no retiradas entre tramas y dobles morales de artifices de lo que falta después de todo esto y de los 180 degreés agudoso por haber en cada pintalabios marcando talk to me y cantando a la excitación satinada en valias por el estilo de los cuatro mil gontingentes gastados en un montón de ropas y cápsulas militares para mimir, en todo caso para robar bancos y marcar que ya hay trabajo, invitaciones mensuales para hablar como un presidente guerrero y aferrar esperanzas y normandias en proyectos, paredes con fotografías, diseños raw, escumeantes marineros de traje negro y corbata para perder minutos y ver que se acerca la firma y el carnet de socio enfermo, beneficiado por cláusulas y delirios que sonríen al bolsillo y huelen los panties rosas, satinadas, anchas, envueltas en tortillas y domingos consecutivos por cada curva, por barba, por pulgada, ppp, sin los píxeles que tapan el cielo y ven el sistema de zonas conspirando contra todo pronóstico del club que se sienta al escritorio con el trozo de veintiuna bajo los morros de cerdo y anchoas atadas con la melsa y el hígado del tocino para el foie y el sabor de parmesano todavía presente para repatriar el otro sabor asqueroso de parallada con olivada y arroz negro con vómitos de vaca, chiclé, panforte, algo que no termina y quiere mirar para terminar pero no sabe el cómo, ni las últimas palabras de todos nosotros que siguen avanzando en informaciones inútiles por delante, crosteaus, carmesí de artificieros y brigadas con pulpa de mantecol y trufus de xuxut detrás del cavaglio con la radio en francés.