
Casi dos bombachas, casi dos chochitos pobres, estuches de gafas, depresiones, diazepanes librillos de lomo rellenos, lágrimas, penes, tetas plausibles o jueves noche casi viernes, casi otro ritmo nocturno en positivo, casi otra vida franca, casi nada en forma de papillón, en forma de la madre superiora joven, otra hipótesis, otro lunes al sunset sin karak, litros de lechecita evaporada con problemas de dinero, con insistencias constantes, con espasmos de la cadera, casi dos litros inconformistas de los padres a su papel de usuario hablando del amor con frases sonoras y líricas y correos pedagógicos; asquerosos hechos, sexo, domingos tarde sin acompañantes, sin números, no siempre están avisadasni llaman al timbre azul bueno y definido pidiendo la hora y los torniquetes de semen que reprimen los deseos, las sopas, las nalgas, casi no es cierto claramente mi problema, mi solución, única indiferencia, sinusitis y vicios, trompas de ayer, casi la hora de pagar a cien el polvo, resolver, responder al trono infierno con las ansiedades que llegan a no controlar y a desarmar el pánico a recaer insistiendo a la falta de identificación sexual acortada por la parálisis de veces educadas, los nuestros no, los de la cena de Marbella, como machos en celo.
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