Réquiem, mementum por un sueño de historias paralelas, requiescant y roto, y sueño, y algo que crece, que parece antiguo, sólo un descanso, una sonata etimóloga, crutzer mal escrito e inspirado en insipientes comerciales en exceso, en aquel conductor que no sabe de que va, que sólo miente y te folla a pruebas y repúdias como éramos y uñas que parecían de juguete sasualito, nuestro que ama una época para desvaratar y meter a marcar manifestados ya y a jota bic bilme dikor bisdimiae entre sentarse y sacar bastida con número de circo y sagafuga en el torso de recuerdo súbito y paralelo, oscuro de alguna manera por la bragueta aplaudiendo la fe al no creer en la oportunidad en el atrio de la mengana concepción, y ni el peso del enorme en voz baja, navarro, navarrete, requiescant, oscuro, sólo un descanso de poquísimos segundos, quizás de milésimas, de sentimientos superiores por recuperary estrenar el caucho de las rodilleras y susurrar a la memoria de la sociedad y la ansiedad al pesto con gorgonzola y brecorsé de carne y pelos de caballo a todo plano con la promesa de no caer nuevamente y romper por los puños otras magnitudes por frac requiescant convertido en dejadez avanzada, arista encalada ni ecos ni heros pérdidas ni poluciones, bragas puestas con la sonata puesta al pesto ortodoxo y lógica mixta; parés, reunamos la sagatoga casi al alba, casi al parecer, casi al casi modo con sus padres y colegiatas cabalgando entre senos y líquidos áridos, sin destreza, éramos y uñotes en el vicio de la soledad del éter, que los falsarios menganos puestos con la sonata casi al casi por los puños y braguetas suaves, como de niño, como de pulcro que ni dice ni evanece catástrofes sucias de suma importancia de la cama que ya fué, flojo, en la cama del o no, en ella desabrochado y amándola y recordando pensamientos y cortinetas y alelíes de poca fe que me faltan el respeto del paladar a cualquier tacita de fatiga en vida, detrás del nabo derecho.
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