Omklädningsrum tjejernas i skolor minúscula bevara pà grun av risken hjälp ni la roza, despeina ayudas pegadas, leyendas, naufragios, tres, cuatro, siete galgos de turrón suchard, sinó quedarme en blanco improvisando, después vericuetos, postizos trajes de lana boca arriba, esperas impacientes de los no tiempos ansiosos, canciones, narracs medio idiotas, palabras puertas, la vaquera desparramando gotitas de vaquerías vacantes, mumis y momentos rotos jugando con ventaja de arcén, cucurucho celofán con limosnas y ventas de vaginas dilatadas, portuberancias, farmacopeas, spogliatis, carroña contraria al sofoco y a los respectivos medios y angustias ruidosas, selles, nada de esto temible, semblante, sofocado, cierto, distinto, penoso de foto y chantres detrás del largo rato parado, sin pilas, sin maestro oficial, sin riendas caminantes que fingen y repiten como un niño lloroso con timidez al año nuevo, lustroso, igualmente herido a terceras prudencias de recaídas y competencias odiosas por más acerca del cómo acabará, y si los ojos argentinos motivarán más adelante para volver al podio preparado sin aliento Ricardo, rey, francisco, ché, pive arguy predilecto pero queda mucho para completar la descripción y ponerle cara y foto y otra vez busca escusa para abandonarte con la yegüera y el semental al lado de cada boxe fijo, tocado por la cuarta más bonita de todas las del monopolio necesario, curucús con la yegüera sin pilas para repetir los no tiempos y podios, carroña contraria a las bolitas boludas.
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