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Niste

Con quietecita a tu ternura de termo en un solo me de alcances bajofalda un cuerpo con las antiguas lecciones mordiendo peros de fantasía, de menta en silencio sólo para acariciar el féretro que inventa mis defectos disfrazados de sitios que carcomen anclados de piel y mármol de mantecol y espuma de delirio y cuajes decembritas platicando a poquito dueto empapado al pedo niste que lo parte un tante impersonal y otro esque de gases y joderes quejándose del frío en tino para el resultado negro, improvisado disfraz de tremenda borrachera y retrés y el fulanete de rara cuenta chilinga al reformatorio de celuloide y galletitas aplicadas para variar la meseta y el vinilo de aguja y el paquete oral que prosigue embarazando fuimos y sueños efusivos refritos por el nanáis dicho del niste abridor para la fama que importa bien agarrada en mañanas de ropa y atuendos dotados de chipotle y escaleras para cruzar maromas del mismo color que mis chones y gafapasta de erotismo en serie anclado en medio engrano cangrenado de únicos en hablar de futuro perdido de los mismitos sexos y ciclos abrazados con los consejos checos en la ceremonia que está por decir veredas y crear el idioma idiota que lo impide todo, como alcanzar a la tipa en el carro de la compra padremente con velas y puestos de comida rápida para los tártares batidos con mermelada y nata montada y otra la pués pastel de setas y babas de zapallo para los cuadritos del hielo también para dormirla, a saber convertir la caricia del olvido en las rarezas que traspasan debajo de la mesa hasta darle la vuelta con esperanzas temidas para permanecer en vacíos sosiegos y nistes de precious deprisa desde un bello lucero que me recuerda a la silla de vigo que se fué la primera vez desesperada para conquistar diferencias y salidas de las recetas referentes de lo estúpido imposible.

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