Pizpierno

La pizca creo que charla con pizpiernós del todo mal, del natale cuando sonríe al quizás por estar a la vez envuelto de tuyas observadoras acordadas en mero juego que apetece mejor tiempo y suerte sensata en la manera que me gustaría aparecer en los dicciopintas que lamentan el veneno de mi cerebro que no encaja con lo enloquecido pueril, podría ser paranoico sin poder despertar el intento por demostrar madueras y posatiempos para retratar el daño noctámbulo que despierta paredes comenzadas por pero ir, secreto y mienté la gorda padre que se cruza con el sueño obligado a cazar sin complejos, en cualquier falta que quema el cuerpesito de bebé de tres meses, como si ahora almenos te viera cruzar la calle atraída por ser ganada, y en aquellas de la vida pasada que urge a la siguiente hasta vulcano lo que tampoco sentiré consecuencias del resto de los instantes que faltan para amar la oportunidad negativa, del todo pizpierna de jengibre que deja extrañas sintonías de pasado mañana y que no sirve ponerse al día de la devolución de las falencias y siras enmarañas al triple discurso sin olvidar la ocupada que yá no habla el por venir que cuesta aceptarlo preparado para recibirme fácil, mejor que el ayer sintiendo desesperación y ganas de partir con la sobredosis de diazepan enganchada a las ilusiones sin objetivos pacientes creyendo el no me rindo para permitir que salgan las nalgas y su ortito que se acerca a cualquier bombacha sexy para ponerse de acuerdo para procesar la muerte de la auténtica pareja y con deficiencias la paja del ratito orgásmico que dura observándola sin un rostro que arroja perlas a puercos y puercos a perlas y los empuja a reunir conexiones y toros de imágenes, capaces de morder la masificación del bicho medio podrido y ya casi muerto que corta con la misma incomprensión del justamente.