Te ví, jacarandá

Te ví suspirar, un bravucón en este lapso de tres pistas del contraparte camada de tragaperras y jacarandás, solón templos hiparcos carroñeros y keiless de panadería cuando llegaba el suplemento y audio dim dim frecuente, suficiente por el hoy del día con menú de sentimientos y odios inservibles dans pour peux con la que recuerdo el ayer bonito, dimanche, verdendi plagio interrogando delirios y bonheur quitando lúnidis y la pregunta del cucú, una balde que hubo una vez en su silencio and I wounder o como qué escribir de cuerpo maybe y solturas sembradas de porqués y viceversas que se quedan abatidas, como diferente medio de rodeos muertos y cada parte del día con hijos y algo escrito por ellos, por los sueños inauditos de llegar a leoparda si me das a elegir bombachas y jacarandás bonsais, ensoñaciones de colorines que recuerdan forever....forever our touch tits, cada libélula de la ausencisa en algo diferente, más probable que cubrir lo poco que me diste y encima quejás del tiovivo y la voilá que tal vez brilla alrededor del living sombrío, a scarcrowe, de tí las gracias por la visita a la locura, y no al cuerpo momificado para enamorar otro suspiro de fémina ocaña y perla y proximidad mental de experiencias inolvidables al jarbá el volante erecto, vipermate, bereida de huelga tras nadas concediendo esperos y fe con tifus y verdaderas veredas y a ese puñado en ayunas y listas memorias etiquetadas de intercambios empezando por do, y puede soñar realidades en la calle y a pleno sol con espíritus y jacarandás que pierden el olorcillo de sexo y celo mezclados con la comunicación en un sobre de fierro y tabaco forrado de passportout y cocoa para adornar el ardor de cien mil fotos que paré para restaurarme en tres añitos y dejá la cara de niña a parte para seguir con el ejercicio de autosuperación.