Apenas Chantal

Apenas la, de mantecosas galletas de foie que confunden la dolida con el precioso trasero de melocotón tiernísimo de veintiún atunes de mate roto, arqueado con los sabores y glicerinas del chamán, o nada bueno para el circo de pulgas, para el fortificado corrector que encuentra las miradas y los polvos de erotismo en el mágico mañana correspondido por el ego de tocadas alegrías de gitana y sexo de permutar con las gracias de todos los momentos incapaces de mover la presente tuna que habla del quehacer del fauno guardado en el vencido directo con el momento del champán, del brindis con el afrancesado burbujeo de la plasmada ocasión comentada por cinéfilos y experimentados maestros del grafismo, de las tundras para los que se preguntan cuando habrá doctora con voz afónica, de niña pija y tendida en el ánimo de desplegar caminatas y estúpidos billetes de anversos paracaídas de la vuelta por si peligran las únicas facetas preferidas de la caimama que no ofrece la identificación célebre del flash con caño por bagre y sexy etcétera que gana cuernos y cuencos hacia la entrada oral y millonaria con potajes de mariscal mañanera en pirámides de repetición barriguda y censurada por el turrón de novias que encaran pijamas y cartas del tarot y tormentas huracanadas con los vilos y vicios enloquecidos para enlongar artículos y consortes envidiosos y rubios sazones de caliche y nuevas pucas con sal y rebajadas imágenes del agrado del escarnio púrpura del trastero que apenas moja las ventas insignificantes para valorar los vuelos y las peleas de garganta que necesitan cerveza para avisar la primerísima una vez más, y el marinerista tratando de inspirar el knock out con verde neón de los focos de plasma, de cada colapso del decímetro de mil machacadas marcas con el cxorazón a punto de decir basta de ansiar otro disco duro cerrado lleno de fracasos y decibelios a tope liados con los fantasmillas y las sombras del peliculero sujeto enamorado de una supernova sujeta al busto de las taquillas del cangrejo en volar bailando vivisecciones y zombies y migrañas sin la suerte de frenar los tiempos con parábolas de aritmética, y más apenas en el facesit como cojín de extrañas plumas de punto combinadas con locas cubiertas de lisosomas y sumergidos a la repulsiva pecera de fobias y algodones de colofo apenas entrados en el cierre, en el single contínuo, en el daño deimportancias y trascendencias.