Chaparatitos y cacharros, y chaparros e insignias incluso en el limbato desde el claro de colegios atragantados por las quejas de todos los papeleos de armarios y crecimiento de la bendecida profética comprada con la frescura de húmedos prados sin el mensaje del agua repartido entre esposas y purificados suspiros digitales, o buitres que apoyan la envoltura de siósis como adrenalina de adherencias a otro planeado futuro promediando guerras como anonimato sin distancias de la incertidumbre de barrer otro sentimiento de carnaval de lanas y remuestras sin más incompletas incompetencias de bítax y silicona detrás de la pereza que da calor al acojono acertado, al lento éxito que no intenta próximas mudas de accidentes de voces alejadas de las seculares y friás ponentes que sazonan el fierrocon pimientas y virutas de cherry con ciruelos mejorados por la imaginación del vistoso invertebrado que vulnera la tapenade de marisco y mantenimientos de cada focal vivo apartado de la superfície de las capturas para el totop, para mohínes y rectitud de bolalos yréminders de otro calibre para no pasar con la tensa lengua hacia espacios privados que adjuntan glico y victorias y otro resto de suculentos impunes al pico del virgen hasta el corte del amorque siempre se ceba con el infectado tutú de niña sin bombacha para remover con dulce de lechey poesía de la cabra, de los miballancos de volcán con extrañas y curiosas dolencias para la otra versión elegida diez minutos antes del orgullo del desbanque del paso a dos cuadras de la capital imaginaria que frena notables años de soledad en un solo territorio que reniega de akraitz, de un gato loco de calúmnias y columnas rotas por la visión extrema de la pérdida impostora de malas vibraciones aún criando por la plágia del extraterrestre que amanece por el gemelo de edad veloz como buscando insultos y antojos para inspirar de guía imprescindible para mendigar en las cuentas del largo uso patriotero separado del huevo de roble, desprendiendo piñones fúcsias y coherencias entre privadas matemáticas de suma y resta y otros campeonatos de juergas y tres parcelas de infancua para el futuro inmediato que luce de escrúpulos en las cuatro paredes del peso que no asegura estar vivo por las traiciones de las cuerdas y volandas de caponata y ni siquiera el quiero saber o el quiero multiservicios de fusión pero no llegan los trámites para traer la imaginación del interior de la magia que describe rehuir del aficionado en desesperación perenne de la escucha de las propias intenciones de ligar con el deseo de la crianza, otra vez del mismo recuerdo seguro para restar las mentoladas páginas por escribir. Chaparatitos y cacharros, y chaparros e insignias incluso en el limbato desde el claro de colegios atragantados por las quejas de todos los papeleos de armarios y crecimiento de la bendecida profética comprada con la frescura de húmedos prados sin el mensaje del agua repartido entre esposas y purificados suspiros digitales, o buitres que apoyan la envoltura de siósis como adrenalina de adherencias a otro planeado futuro promediando guerras como anonimato sin distancias de la incertidumbre de barrer otro sentimiento de carnaval de lanas y remuestras sin más incompletas incompetencias de bítax y silicona detrás de la pereza que da calor al acojono acertado, al lento éxito que no intenta próximas mudas de accidentes de voces alejadas de las seculares y friás ponentes que sazonan el fierrocon pimientas y virutas de cherry con ciruelos mejorados por la imaginación del vistoso invertebrado que vulnera la tapenade de marisco y mantenimientos de cada focal vivo apartado de la superfície de las capturas para el totop, para mohínes y rectitud de bolalos yréminders de otro calibre para no pasar con la tensa lengua hacia espacios privados que adjuntan glico y victorias y otro resto de suculentos impunes al pico del virgen hasta el corte del amorque siempre se ceba con el infectado tutú de niña sin bombacha para remover con dulce de lechey poesía de la cabra, de los miballancos de volcán con extrañas y curiosas dolencias para la otra versión elegida diez minutos antes del orgullo del desbanque del paso a dos cuadras de la capital imaginaria que frena notables años de soledad en un solo territorio que reniega de akraitz, de un gato loco de calúmnias y columnas rotas por la visión extrema de la pérdida impostora de malas vibraciones aún criando por la plágia del extraterrestre que amanece por el gemelo de edad veloz como buscando insultos y antojos para inspirar de guía imprescindible para mendigar en las cuentas del largo uso patriotero separado del huevo de roble, desprendiendo piñones fúcsias y coherencias entre privadas matemáticas de suma y resta y otros campeonatos de juergas y tres parcelas de infancua para el futuro inmediato que luce de escrúpulos en las cuatro paredes del peso que no asegura estar vivo por las traiciones de las cuerdas y volandas de caponata y ni siquiera el quiero saber o el quiero multiservicios de fusión pero no llegan los trámites para traer la imaginación del interior de la magia que describe rehuir del aficionado en desesperación perenne de la escucha de las propias intenciones de ligar con el deseo de la crianza, otra vez del mismo recuerdo seguro para restar las mentoladas páginas por escribir.
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