Drolarme enganchado en falditas y poses para meter en bolsitas detortalas y cuentos y tabaco oxidado seguido de modos y culos y conjuntos justo delante del estilo tal como nunca, y los campos de cereal; camaradas impresionistas, corridas a cuatrocientos, herederos de la cuadrilla, de trozos y gritos al final del toro mecánico suena la música, la comedia, empieza el espectáculo, el orden de las datas egipcias medio enterradas, perdigadas para cavar trincheras, faltas, sentencias, milanesas, crisis, amores furtivos al tuntún, mangas, camaraderías, discurrencias, poderíos del pufo, tembleques, tambaleos; y aquí resulta y prosigue y abre espacio en cuanto al huir y mermar como instrumento de ímpetu y crisis de voluntariado a lo sin papeles y añade el caro papeete, botellitas de cassis a la mallorquina de necios y redefiniciones.
Drolarme enganchado en falditas y poses para meter en bolsitas detortalas y cuentos y tabaco oxidado seguido de modos y culos y conjuntos justo delante del estilo tal como nunca, y los campos de cereal; camaradas impresionistas, corridas a cuatrocientos, herederos de la cuadrilla, de trozos y gritos al final del toro mecánico suena la música, la comedia, empieza el espectáculo, el orden de las datas egipcias medio enterradas, perdigadas para cavar trincheras, faltas, sentencias, milanesas, crisis, amores furtivos al tuntún, mangas, camaraderías, discurrencias, poderíos del pufo, tembleques, tambaleos; y aquí resulta y prosigue y abre espacio en cuanto al huir y mermar como instrumento de ímpetu y crisis de voluntariado a lo sin papeles y añade el caro papeete, botellitas de cassis a la mallorquina de necios y redefiniciones.
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