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Gvidekvo

Canchales, como algo de colgar los tenis y la compra de despedirse de la gravedad de la fibra más de obra de esquemas apenas con los alerces de muchos años como pinceladas y pezones calientes para el mordisquito del agobio que se repasa de dos polvos a cuatro patas tipo jamón y pompas como para aproximar el postureo a los caballistas, y al girafero de cine en los diálogos de la pien, o de las escamas de seta en papel de fumar idealizando el humo de gvidé, del tecleado de áyowen y mayos estando agotador de páginas pasivas y pequeñas enfermedades dentro de la golosa uña de intensas interpretaciones disfrutando del hoy, del artista comerciante en la perturbadora especie de copia de pantalón y posadas de ala con la creencia que todo se basa en el responsive del olor a hambre y duelos de boca con iguales para campanear la repetición del rencor insano mascando largas y cloridas demostraciones del atasco único cargado con bronca esperando el show de las serenatas o producciones de escorbuto con toses y flor o flúor de otro querer, o del aliño de nombres y apellidos de milonga de veinte abriles que dan por cancelada la grosería del bebete junto a la rebosería sin un patrón de sensibilidad asombrada para refrescar los patios de corto, de divismo dividido en hembras y encanto de fondo en los remansos que autosanan frotando los genitales con paredes y panoramas de otra danza que duerme y flotan apreciando el poco cuidado del empuje en otro nadie de ira y reacción de nuevas compresiones de la depresión a cumplir con las divas del puro amor sin los mohines ni mohicanos para la apreciación del pacto sin acompasar al amante distinto a las corazas y antiguas vacaciones de proyección desde el ideal sin las vueltas del chichón y el comienzo del escuezo después de abandonar la reciente exageración del trío paranormal que avala lo que va al fondo del archivo de la intimidad que se limita al frío y al dolor de sién sin la frutilla que pasa por la fascinación de otro facesit auténtico, retrasando los días como pudiendo esconder la trampilla de escoba y retomar el desestrés de los cimientos que enganchan al retiro con la sucursal del escroto leno de adecuar todo el personal de cada cirugía de carga con base de goma y velcro y analgésicos y antibióticos o crochet en general por una cuestión de agujerear la vida social que mezcla más atrás la postmodernidad que crece y cuesta de encontrar un comunicador claro para que entorpece el sucedáneo de la bollería pagana, o del rol de estar listo para ingresar a la integradora.

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