Noche...y divaga el abrazo, el seso, el pirincho disuelto en líquidos secretos, en corporales meciendo el mismo movimiento, la misma vida desentrañada de la butaca, del miedo surcando otra vez la prisa, los antojitos enfermos que devuelven el domingo por un después que atrasa la mamadera de la huída, del bombón de dulce de leche para ver de cerca lo imposible sin el golpecito en la espalda del eco sordo, arrugado, detenido en el mismo significado por infectar de errores y mismas trabas con recuerdos ordeñándose de la misma baba blanca que el primer mes de invierno para cartas demasiado duras para querer repetir y repetir calendarios y transparencias que se quedan en el memory jugando con cada píxel del neurotransmisor a medio tejer y saciado de bombachas sin distancia en el lado del encuentro casual con el pero entonces imaginando vidas cruzadas de los retiros que se sienten muertos y cansados por los duelos que arrasan en la falta de manos de madrinas asomadas a las venas de ropa emoc...