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Lolopotulaia

Tal en cada poro de inscripción, en la jeta de la boya que argumenta a concursables testigos marcados con códigos de barras y dentaduras con 35 pirulos de oro pregonando los recursos tabús marcados como distintos destinos de las listas de musas y minutos en temas cantados de páganos y penes y sensaciones de volver a agonizar como los gallos sin cuello y lonchas de veneno marcado por las pocas explicaciones de todos los escenarios de vitrinas y buceos que imaginan otro invierno vencido por el pánico profesional de quedarse sin descendencia ni crudos pajarillos de otro muerto de recuerdos como cera y minutos que pasan ampliamente con los focos de la fama buceando entre flashes y carentes que provienen del hambre y de tocar relajado otros felpudos de maquinitas y tetudos de arriba y otro montón de discos del colágeno de unas cuantas vedettes cansadas del anonimato de las dos milongas que corren con la prenda estática como el puzzle de una letra sintetizada por la bebida cutre de testosterona y granjas de reproducciones con el motor de duendes y cansancios de maneras que no devuelven el excelso de la respiración entrecortada del orgasmo, del detalle imposible, de cada colada topográfica dictada para ponerla enmedio del moho de la banda con la trampa del complejísimo de cagadas y tipos de despedidas planificadas por un par de evitables paños de alcohol y satín dorado para la bizzarra autodestrucción del cuerpo de piernas y anfetas para engancharse precisamente en el camino del pozo con los huesos del sonido y las claquetas de aberraciones de la esperanza conceptual que sigue intentando convencer del posible billete hacia el pardo diminuto humilde que denota siempre sentimientos idiotas no recíprocos para la concepción de la intensidad de todo lo invertido con la emoción de la bomba de cava meando contra la canaleta perseguida entre el miedo y el asco de anteriores negros invertidos en bijouterie debajo de la minúscula persecutoria de una tabla de tortas en la garganta y en las partes del diccionario todavía sigue la sensibilidad del líquido de las catacumbas de competencias para el recordado estreno del eunuco de hace seis segundos.

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