Yo, ellas y el otro mutismo nuevamente de hecho físico y poca madurez enloquecida por sabio preparador de ensaladas con Salus y mantecolus a pesar de la categoría, pudor, cautela, hora de vida y bofetadas, pero no me voy, no leo la Codorniz, ni la saeta de junio, ni difusos vapores azzurri e grandis glandes, por ejemplo, sujetos además, a veces escriben noticieros y besos compinchados con otros, secos, muertos, blancos, como un cadáver recién pinchutis main; mejor encabezar aficionado, trece años cansado del boxeo inusitado, y codos, y bífidus en la avenida Roma, voilá, mentos de la OAS, todo lo más dos bocanadas de dos en dos por mi mente de productos químicos y ramas consideradas carnes y suertes ignoradas, ironías, noticieros, precursoras distancias en palabras de quienes recuerdan en ellas muchas de aquellas y las otras toses y seudónimos Suárez Linasss al borde de todavía tan cerca de los setenta donde transcurre acá y más allá de la tacita rumbo a preguntar solo para voilá ahora,...