La ven, carros y cáceres y carrascas y cáscaras de almidón centrado en vilavén y las realidades con las compensaciones del valor de salida de su contenido compensando los entes del entretanto de quedar con las trocelas troqueadas con voz de la decisión de un cambio hacia otra esencia de más escenas parecidas a la despedida del textureo de aquella síncope del amanecer ruidoso sin el contragolpe de las experiencias de recibir la recreación de aquellas anterioridades mártires que no se verán con el vaivén de aquellas excepciones de pantonimias sin la respiración axial del situado hereje hacia las baladas del noctámbulo y solitario soliloquio de tentaciones y fiebres del vencimiento de aquellas casposas palabras que no llegan a la ayuda definitiva, a las ayunas de lunes, o viernes del terné copado, o de la captación que varía entre los regalos de resguardos y mirones acechando los vilés, la lujuria de aquellas voces de la vez del pedo oscuro de la explicación del ahora viejo y cansino de landas y lanas y carrascas apaciguadas contra el pasado de la pregunta que se ciñe en la jurada del redactor acostillado contra la fe de freír la producción del trámite de la ven del iban extraño entre aquellos crímenes de culo y más apoderadas entregas de palacios y raqueles y otros aquelarres del biberón para amamantar otros polígrafos de temas de rápido valor y olor a sexo, a abdicar otro refuerzo de las páginas polares de la especulación actual con las varas de la edad que recuerda otro recorte deextrarradios para tomar un cuerpo con expresión de eyacular entre fases y frases sin aquellas picores de escalofrío y resaca de apuestas y analíticas del púbico atestado que no tira de una fiebre de gafas ciegas ni aquella fe del jurismo procurado sin mensualidad amueblada con la vergüenza de la mano captada con la experiencia de un anuncio de compra con aquella razón de más para no subir los préstamos del alquiler de las serigrafíasy cortinas sin maillot del agrado solidario.
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