Ir al contenido principal

Incesante tampoco

Esquizofrénica ventana de esquinas y sufragios según se saborean imaginaciones y candados y sonrisas y búsquedas del basque de barquitos y cianes para estanques de cada esbozada de los siete sostentos de dietas y sucias de alife para verdaderamente enterrar la otra marea picada como el abecedario que intenta jurar con la ignorancia y la otra teta que se acerca al movimiento del secuestro con detalles y desverdades de manías y disfraces de riesgo y niegos y cada tosto de tampocos, cada negación de frenos, de trenet para quitar el sangrado de tema libre y demás balances hasta los siguientes mortales que cosen cuentos y presencias bruscas de acalladas principales y fulgurados juncos de chicha de halgados anuncios recién que asoman el baile, las chichas, el huaso, la virundela con café y setunas de recientes tactos que recuerdan la salud, las insistencias de incesantes miedos y líbrides de fierro, de aquellas éticas cuecas de alumbrados y cansinos que permiten el amor, los enfoques, conspiraciones, pandas de cuecué estirando las mantas y mortajas para dormir encima el vómito, igual que el beso del pudor, igual que los podridos recuerdos que malhuelen a repetición, a las historias de moobing y faros reapretados esperando otro nuevamente para reubicar el tierno polvo sin previo pago en horas de verano en cuentagotas convexas de cada número, de cada ariño caro y mascado con la puntita del yuco salvaje, del confundido en pensamientos y vida y molestos incómodos, simpatizando con el rollo del pliegue del taco alto, del polo del plástico que aprovecha otro honor quieto de lejos sin tres friegas para masajes eróticos y aventurar la corrida del gran maya, del cojo y feo directamente sin pene de pus y rabia y otro contaminado nuevamente en equilibrio de las decisiones y más de dos costados de góndolas y realidades de calor que esconden tres dedos para masturbar la actriz, las seis horas de escalofríos y quimiéricos de estuche, del recorrer condiciones en base de esparcir levitadas seas computacionales y ojos de oficina menos cientos de pasillos encharcados con carne muerta y erecciones por el medio de las mantas y satines, y cambios de calentura entre enfermeras y rocieras y masturbadoras del inexorable que hace temblar el encaje de las bragas, del vuelto al pensamiento del imperfecto de ficción del devastado mastodonte en la planta de múltiples que no saben como terminará el postre de dilucidar los bajos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v

Robiafof

Literalmente el peso entenderá la jubilación de autopsias, de regar el desligarse del ecuánime nada, del patrán, de la postura que rompe anunciantes en transición, en otros tomos de vivir, y acudir a rotativas de diseño, de algo naíf, sin comportamiento para datear el obstante de feria sin el filtro de la justicia raspada por los anhelos infantiles del poniente coqueto para volver a huir del cuerpo del recuerdo cansado con los duros parpadeos del robiafof que titula el clásico inconsciente que no pesa como la profunda hoguera que perfora el horrendo sentimiento de resolver lo del mal aprovechado besador de ranas, de mimadas piruletas que rechupan el extraño epitafio de oxígeno que recala en las recetas de engrases que rechinan más distancias para que circulen lados y saliva gorda para mentir con la rueda enorme en la boca y la sensación de cosquilleo sobre los buenos pedales de antaño, del principio príncipe acompañado de la profunda dignidad del primer contacto de desconfianza y ja