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Notenón

Non, notando el paquete, la eyaculación, la rapidez de movimientos de saltos, de bombeos, de bomberos, de plagas de infértiles injertos de devaluaciones doblegados en información de impacto para extañar veredas o casi virundelas de un gin cruzado para sostener la estructura de recorridos motivos con la peyorativa de kirchnerismos y cuando impuso las efímeras para ir omniosas y nitenones como los de casa que pierden sensaciones de senisbilidad y bemoles y poesías de criminalización del ayer, o del algo que habla del cáluco de trolas apretadas sin operar con las dos que comen donas manoseadas con la calma, con la excitación de todas las peterias del mondongo de calle y lenguas que hacen de bocas de madre para sentar siempre el alma del ajeno que se inventa para la historia de los mil corre caminos y cuentacuentos de fierro, o cobre, o sobrecillos de las instantáneas de varios rotos y llenos de leche vertebrada observando las pilas de chuchas agazapadas entre rencores y notas de inout y la propia atenta de recambios sin saber de bífidas pantumflas de pony como la noche desordenada y sin ser blanca como la leche de humus acolchados con el arco iris de corales y cuerpos vírgenes tumbados en las arenas movedizas de papilla y fisos de soledad que aniquilan los icebergs de confusiones por ser fotógrafo de miradas impredecibles e imantadas de ritmos de pensar en los locos conscientes del eléctrico cuerpo de las cucarachas curosas en los misántropos de mudas necesidades para regalar las desconexiones del silencio y las hartas huellas de no saber seguir con las políticas de sorderas con hache más que calidades de dejo musitando jadeantes confesiones de conocer las ahogadas propicias para los depravados de cuerpo y ni las ciudades navegadoras tras haber callado entre los constantes facetados que arriman los codos de tropiezo y zanellas cortitas para cada putié capaz de enloquecer con las olores especiales a amables vaciadas para contestar dibujados menos irreducibles precios de fornituras y tiempos de separación en la espera del circuito de saguanes en un bol erótico de caricias y no poder amar con el concepto del verbo cortado sin hoyos ni bebidas orales sin el nombrado retorno por las garritas de peligrosa fiesta de dialectos e irreales retrucos. 

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