Ir al contenido principal

Damajuana

Setenta y dos menesteres y unos louboutin a juego con el sándalo de marca acariciando las spensieratezzas en guión alienígena blindado por el juego supremo de damas y naves en mente y prontos sanos, o al menos de extracción del miss de la corriente en el parque del señuelo que sigue sin precisar la hora de terracota, los pueblos, los senos de arenilla y huevo y hienas armadas del pastelón de trufa y bucles de nata alimentando conexiones de cómic pasando por las dosificaciones en el irreversible que caza la módena de miss spirulina con pimpirigañas en los otros monótonos tapabocas para investigar los casi herejes conspiranoicos para peores cronoipios y virundelas pasando las cuatro hojas del calendario para sonsacar la ambición de los doce grados apuestos por dos paradines que cruzan el pieshdi como la norma que mete las olores del éxtasis que preside la copiosa cánula de otro perol de la célula estratega opacada por descubrimientos de la propiedad del colza en las batatolas rurales sin los menos flujos en altas proporciones de los teléfonos y carrisos de menos anticuerpos de las corticosturas de segundos y genes que pican y empatan con el orgasmo que autorepara la esencia de rollos y cien trillones para la bilis del nado seco y las linfas que reciclan los plásticos de circulares por iniciar la densidad del parapeto porque es parte del poner simple, en el ketten kell del nombre verde del amor de bathola y sol desnudo cuando cosecha la proteica religión de derrotas y plazas y planchas de derechos y damajuanas de gremios y costes que transcurren con potentes glosas en instantes y globos de grandes veladoras del vuelo, del cholo de lodo delineador de vestidos y tablones y fértiles poco extrañados por las culpas y refugios de ninis y lámparas y bartolas de olivo, de ser algo o saber, o rehacer pantalones de los diez escenarios de un escaso como sin menos tamaños de cicatrices por el momento eternas, o como traumas que vienen de vez en cuando a saludar de nuevo y a recordar el último favor con jugo de tetrapak.     

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feta

Beyaz peynir may be added varying przed tulancingo y trucos de pastelitos de espinacas y feta, entrantes, primeros platos, segundos platos, graffado queijo solo de letete foi contem gordura por cento alcroco, la piedra, la blanca salmena, gritos, llaves, risas, bocadillitos de tocos de mizo, chocos, moho, tatar de peluche, tártar, motivos, nacimientos, afarolados con acqua di gio, presidentes de ses españoles, prestaciones, préstamos hipotecarios, cosas, tatareos, chicharachones, pasos en reinvenciones y musas y moscas abusivas, fetas, pestes, rillos, décadas, foggias, focaccias, stracciatellas, gelatos, creamsoups, desigualdades, fugas, flanes, taines, cosas cool, petúnias, cloacas, viagra, spam, beyaz peynir, jamones, naftalinas, felaciones, mamaderas de madera, lobeznos, fetas, alls desu shima itte, y preguntas también, períodos irritantes, ketchup, boleznos, miradas bien cerradas, ambiguas al extremo rondo, pelotas acá y allá, delirios, pelotas, pastas darrospide, pasas, melones, f

Macanudo con B larga

Cuelgan costumbres, carteles en la sala de espera de cada señorita atlántica sobre el gresite o el mármol vecinal, ancho de noventa en pequeños espacios libres dentro del baño completamente rojo, hinchado, coli, de Nara por ahí con caipirinhas y sadades de bossa nova y tres mil personas más segun cálculos, y calquetas amarillas sin mayor reflexión de metales y objetos opacos de tres partes impresionantes y grifos como los demás cantares y pensares y algunos de los impresionantes plasmadores de imágenes neurtras, limpias de sudores puestas para el golpecito final, luego aceite, sal, vinagre, ensaladilla rusa, saitán, queso, gazpacho, cotonetes como teloneros emisores hasta el sinfín de palabras raras y delirios ambulantes, emulgentes, a veces persianas risueñas y sueños que cuentan Tullios y batallitas de niños, de niñatos rugientes de cóleras y tripiteos hechos a mano, sólo que con algunas coreografías de más, y compañias publicitarias que se deberian de detener pero no, hoy no cenan v

Robiafof

Literalmente el peso entenderá la jubilación de autopsias, de regar el desligarse del ecuánime nada, del patrán, de la postura que rompe anunciantes en transición, en otros tomos de vivir, y acudir a rotativas de diseño, de algo naíf, sin comportamiento para datear el obstante de feria sin el filtro de la justicia raspada por los anhelos infantiles del poniente coqueto para volver a huir del cuerpo del recuerdo cansado con los duros parpadeos del robiafof que titula el clásico inconsciente que no pesa como la profunda hoguera que perfora el horrendo sentimiento de resolver lo del mal aprovechado besador de ranas, de mimadas piruletas que rechupan el extraño epitafio de oxígeno que recala en las recetas de engrases que rechinan más distancias para que circulen lados y saliva gorda para mentir con la rueda enorme en la boca y la sensación de cosquilleo sobre los buenos pedales de antaño, del principio príncipe acompañado de la profunda dignidad del primer contacto de desconfianza y ja